42. Ese ha sido mi año del olvido. Es y será el año en que debí olvidar muchas cosas y sobre todo a alguna personas. Olvidarlas no porque yo quisiera, sino porque ellas quisieron que las olvidará.
Es el año de desaprender muchas cosas, de volver a la ignorancia, de dejar de hacer cosas. Ha sido el año del retroceso, pero no para no avanzar, sino para ganar en tranquilidad. Desgraciadamente eso no lo logro de ninguna forma. Todavía tengo que perder, olvidar, desaprender muchas cosas. Todavía tengo que abandonar muchos territorios comunes a mi vida, me queda mucho por hacer para alcanzar lo que más ansío: la paz interior.
Ese es mi objetivo para este nuevo año, el 43. Seguir buscando mi paz, mi tranquilidad, la calma de mente y alma. Conseguir que nadie sea capaz de alterarme, que nada sea capaz de sobrepasarme. No ha sido un buen año al respecto.
Ahora mismo me siento sobrepasado por casi todo, quiero abandonar casi todo y a casi todos. Necesito alejarme del mundo, de la gente para poder encontrarme y hablar conmigo mismo, sin prisas y sin presiones. Preguntarme que es lo que necesito y que es lo que quiero, encontrar a aquella que busco y ser feliz.
Sólo pido eso para este nuevo año. Que se cumplan los deseos sólo depende de mi. ¿Seré capaz de hacerlos realidad?
Lo que está muerto no puede morir. 
Con todas las fuerzas que le pongas, sin duda se harán realidad.
Un beso.