Testamento II

Día a día la realidad me demuestra que es mejor no hacer que hacer. Cuando hagas lo que hagas, digas lo que digas o pienses lo que pienses siempre estara mal es mejor no cabrearte. Al final la vida te dara lo que merezcas y parece ser que da lo mismo hagas lo que hagas para merecertelo, porque la injusta vida parece tener ya decidido que es lo que te va a dar. Sólo te queda la opción del conformismo, esa aceptación resignada de lo que cada día te llega; o esa felicidad consistente en aceptar lo que te viene y disfrutar de ello como si fuera lo que realmente te mereces o quieres.
Yo prefiero la inactividad, la pasividad, el ignorar las cosas y dejarlo correr. Solucionar aquello que haya solucionar para que no empeore y el resto dejarlo pasar. Cada dia mas próximo a la falta de interes y de ilusion por nada. Cada dia mas apático, mas estoico antes las propuestas que esta vida que yo no he pedido me va presentando. Nada me llama, nada me interesa, todo me aburre al poco tiempo. Demasiado vacio en mi como para que se pueda llenar con pequeños proyectos.

Testamento

Yo, Harry Haller (*), nacido hace ya uno cuantos años en un lugar cualquiera de este inhospito mundo he decidido dejar testamento vital de una vida inexistente, de una ficcion cuyo guión se escribe día a día, de una historía sin giros ni suspense, sin amor ni emoción.
Yo me encuentro ante este folio en blanco al igual que me encuentro ante mi vida en blanco. Poco tengo que dejar a mis herederos si alguna vez los tengo, pues poco he conseguido en esta anodina vida.
Hay cosas materiales y hay algunas inmateriales por las que la triste humanidad podrian incluso pelearse por conseguir. Pero no hay nada que tenga el valor suficiente para mi, como para que pueda legar algo a alguién. Simplemente el relato de una vida anodina y triste, llena de errores, llena de callejones sin salida, llena de precipicios a los que con preocupante recurrencia me suelo arrimar y mirar cuan profundos son.
Esta es la historia de una profunda herida, que ya no duele, no porque este curada, ni porque este olvidada, sino simplemente porque ya no soy capaz de sentir nada que no sea una profunda indiferencia hacia mi y hacia todo lo que me rodea.
Y se preguntara, quizá, el lector como es posible llegar a este punto donde me encuentro. Otro profundo barranco al que sin querer evitarlo me ido acercando en estos últimos tiempos. Sólo debo averiguar si tengo el valor se avanzar hacia el precipicio o giro cobardemente para volver hacia atras en busca de un nuevo camino que recorrer.
La conciencia no es fruto de una sola experiencia, es hija de la vida. Son cientos de pequeños surcos los que han labrado la herida, pequeños latigazos que han ido haciendo mella en la inocencia de aquel niño que una vez fui. Un niño que no era especialmente sociable, curioso hasta lo insaciable se encerraba en si mismo y su entorno para leer, jugar, imaginar, buscar realidades distintas a las que día a día veía.
Pronto cree un foso entre mi y los demás. Las relaciones con los demás eran una obligación, un convencionalismo social que había que cumplir. La gente siempre es alguien que tiene un papel que cumplir en la vida, ni mas ni menos. Anulando sentimientos, eliminando lazos, creando necesidades. Marionetas en manos de un destino caprichoso que les lleva por donde quiere sin preguntarles que es lo que realmente quieren.
Siempre afirmando mi voluntad, siempre reafirmando mi personalidad. Desde joven cree un doble, un Mr.Hyde que realemnte hacía el papel del Dr.Jekyll. Un alter ego que oculte la verdadera cara de quien soy, que oculte a ese ser sin sentimientos, ni pasiones, sin intereses y sin deseos. Alguién a quién esta falsa sociedad pueda aceptar como alguién medio normal.
Pronto descubri que la vida para mi no tenia sentido ni valor. Un frio transcurrir de horas, dias, meses y años. Un largo y tedioso camino hacía un destino que compartir con todos los demas.
Dicen que en la vida hay algo que mueve montañas. Unos dicen que es la Fe y otros dicen que el Amor, yo digo que es el Interes. Ambas me fallaron, ambas crearon heridas.
La Fe crea ilusiones que no se corresponden con la realidad, la religión crea fantasmas con los que protegernos de nuestros propios fantasmas. ¿por qué creer en algo que no vemos? ¿por qué ser tan ilusos de caminar con una falsa seguridad por terreno inhospito pensando que algo/alguien que no conocemos ni vemos nos va a proteger. Por qué no afrontar lo que somos, buscar al superhombre de Nietzsche que mato a Dios. Tanto miedo nos damos a nosotros mismos que no somos capaces de hacer las cosas por nosotros.
Y del Amor que voy a decir. Nada bueno me dejó, no sé si algo bueno me trajo. Quiza sea demasiado exigente, o quizá demasiado inconformista. Nunca satisfecho de lo que tengo, siempre busco algo mas. Que profundas heridas me dejó. Cuanta inocencia se llevo y cuanto odio me desperto. Duro es amar, pero mucho mas duro es odiar. Largo es el tiempo que se necesita para expulsar ese sentimiento, cuanta frialdad hay que desarrollar para que la mente y el corazón no se estorben, no se molesten y no nos hagan tropezar con errores una y mil veces repetidos. Yo mismo sigo cayendo, buscando algo que no encuentro, encontrando algo que no alcanzo, o alcanzando algo que no es para mi. Esquivo cupido que me huye por quitarle la venda de los ojos. Ignorante de mi al pensar que el amor podia ser algo mas que amor y no simple tolerancia y acomodamiento. Qué queda de la entrega, el compromiso, la amistad.
No seria mas facil tener un cerebro en el corazón y un corazón en el cerebro. Estupido deseo, vana aspiración. Hay cosas que nunca cambiaran. Asumelo.